Comunicación Efectiva = Resultados Esperados


El arte de transmitir un mensaje con eficacia es una aptitud esencial en un individuo. Tanto si desea hacer presentaciones con seguridad como negociar con éxito, comunicar con claridad le ayudará a perfeccionar sus dotes de comunicador.

La buena comunicación es el alma de las empresas. Puede presentar muchas formas, hablar, escribir y escuchar, aunque su objetivo siempre consiste en transmitir un mensaje a unos destinatarios. Empléela para manejar la información y mejorar sus relaciones.

SER EFICAZ…

Una comunicación eficaz depende de que las personas comprendan su mensaje y que respondan de manera que hagan avanzar el intercambio, preferentemente en la dirección deseada por usted.

LOS OBSTÁCULOS…
Cualquier comunicación supone la particip
ación de dos partes, cada una de las cuales puede tener necesidades, deseos y actitudes diferentes. Estas necesidades y deseos pueden presentar obstáculos si entran en conflicto con los de la otra parte, y dichos obstáculos pueden impedir que usted transmita o reciba el mensaje correcto.

LA CLARIDAD…
Las tres reglas que rigen una buena comunicación hacen referencia a la claridad:
Tenga claro lo que desea comunicar.
Transmita el mensaje sucintamente.
Asegúrese de que el mensaje ha sido comprendido.

COMUNICARSE CON EL LENGUAJE CORPORAL

La postura es un aspecto muy importante del lenguaje corporal. Una comprensión general del lenguaje corporal permite comprender las auténticas op
iniones de los demás.
El arreglo personal y la postura siempre determinan una impresión. Las pri
meras impresiones son muy importantes. Se cree que los primeros cinco segundos en cualquier primer encuentro son más importantes que los cinco minutos siguientes.
COMPRENDER Y UTILIZAR LOS GESTOS…

Los gestos que indican apoyo, como mirar a los ojos e inclinar la cabeza cuando alguien habla, generan comprensión. Podemos controlar hasta cierto punto el lenguaje corporal, pero no del todo. Elija las palabras con cuidado y sea lo más sincero posible; de otro modo, su lenguaje corporal puede contradecirle.

APRENDER A ESCUCHAR


Muchas veces se olvida que la comunicación es un proceso de dos direcciones, pues lo importante es que ambas partes se comprendan. Las técnicas para escuchar son esenciales, ya que el modo en como se escucha es relevante para el otro y ayuda al intercambio.

Si escucha con atención, inspirará confianza en el que habla.
Créase lo que le dicen hasta que se demuestre lo contrario.
Si sólo oye lo que desea escuchar, provocar
á malentendidos.
Las interrupciones constantes pueden ser muy desalentadoras para aquellos que tienen dificultades para comunicar sus opiniones.

INTERCAMBIAR INFORMACIÓN

No es posible asegurar un final satisfactorio de un encuentro, pero si es posible empezarlo bien. Sus palabras y actitud afectan a las reacciones de los demás de manera significativa.

Los saludos iniciales deben hacerse de la manera más cordial posible.

SER COMPRENDIDO…

Es muy fácil transmitir un mensaje que pueda ser malinterpretado. Esto puede ocurrir porque usted no tiene claro lo que quiere decir; o porque su lenguaje es confuso aunque sus objetivos sean claros; o porque su lenguaje corporal contradice su mensaje oral. Para evitar esto haga que el destinataria repita el mensaje; entonces podrá corregir cualquier malentendido.

LAS REACCIONES…

Son una parte esencial de la comunicación, para comprobar que ha comprendido el mensaje del otro y reaccionar ante lo que han dicho y hecho.

PLANTEAR PREGUNTAS


Para establecer una base para una buena comunicación es muy importante platear bien las preguntas. Por qué, cómo y cuándo son las cuestiones básicas. Empléelas a menudo para obtener, de sí mismo o de otros, las respuestas necesarias para una comunicación eficaz.

Las preguntas correctas abren la puerta al conocimiento y la comprensión. Por esta razón debe hacer preguntas que regaranticen cumplir con sus objetivos. A lo largo de la conversación, siga preguntando hasta que haya conseguido las respuestas que necesita.

Tome en cuenta el tono de voz. Un tono incorrecto puede generar una respuesta contraproducente.



Extraído de:
HELLER, Robert. (1998). Comunicar con Claridad. Barcelona: Grijalbo